Algunos días en pantuflas, otros con zapatos. Esta podría ser la imagen que sintetiza la nueva normalidad del trabajo híbrido. Fuera de cámara, una diferencia imperceptible. ¿Cuánto más cambia la productividad si trabajamos desde casa? En este último tiempo, las personas y las organizaciones descubrimos que es perfectamente posible cumplir con gran parte de las tareas sin necesidad de ir a la oficina, a la vez que ratificamos la importancia de tener espacios de encuentro personal con quienes formamos equipos.
En este año que apenas comienza, las empresas tienen el desafío de estructurar eficientemente esta nueva modalidad para organizar el trabajo. Según un reciente estudio encargado por Microsoft y realizado por la Universidad de San Andrés, el 77% de las personas prefiere repartir sus jornadas laborales entre la oficina y el hogar. De hecho, el 91% respondió que acude sólo de 1 a 3 veces por semana a donde la empresa tiene su sede. Por su parte, el 94% -especialmente en el segmento de menores de 34 años- prioriza la opción de un puesto en el que se le brinde la posibilidad de alternar el lugar de trabajo.
¿Cuál es el elemento que hace posible la continuidad operativa "sin costura" en este escenario dual? ¡La tecnología! No con una, sino con un conjunto de soluciones que necesitan estar adecuadamente articuladas para atender todos los requerimientos de espacios digitales de trabajo.
Para cada caso, un mix especial
La flexibilidad en la forma de organizar las jornadas laborales llegó para quedarse como nuevo estándar. No es algo que surge ahora; hace varios años se viene gestando esta tendencia que se aceleró en el contexto de pandemia. La consolidación de esta modalidad llega de la mano de la asimilación de suites de herramientas como Microsoft Teams o Google Workspace, que constantemente agregan funcionalidades para generar cercanía, máxima colaboración e integración en la operación cotidiana de equipos fuertemente interrelacionados.
La forma en que se comparten documentos, agendas, aplicaciones del negocio, datos o cómo se realizan colaborativamente diferentes tareas, ha evolucionado significativamente y se transformó en algo habitual. Esto va de la mano de las videollamadas que se establecen en cualquier momento y que colaboran con la calidad del trabajo y también con la motivación.
El trabajo remoto demandante de buenas conexiones a Internet y redes privadas virtuales (VPN) que aseguren el flujo de información con la seguridad necesaria, está llevando a gerentes de tecnologías, de recursos humanos y de las oficinas de procesos de negocios a rediseñar espacios laborales y cómo se estructuran los equipos y las tareas.
Según otro trabajo elaborado por Microsoft, el 66% de los tomadores de decisión están adaptando sus entornos asumiendo que la flexibilidad y los modelos híbridos definen el escenario post-pandemia.
Claro que esta forma de trabajo, en la que hay que compatibilizar el tiempo laboral con otras situaciones de la vida cotidiana en el hogar, también exigen una planificación detallada de objetivos y de cómo se entrelazan las tareas de diferentes personas y áreas de la organización. Nuevamente, aquí entra la tecnología para garantizar el máximo de eficacia y la cuestión es cuál tecnología y cómo implementar la solución acorde a las necesidades de la empresa y sus colaboradores.