Desde que se inventaron las computadoras, venimos transitando un progresivo camino hacia la digitalización, que se acelera cada día más. En esa trayectoria, hay quienes ubican en la década de 1960 los orígenes de la virtualización, ¡ya son más de 60 años!
En las últimas dos décadas, el avance fue notable y hoy es una práctica más que extendida. La emergente modalidad de trabajo híbrido, parte en la oficina, el hogar o en algún otro sitio, potencian ambos procesos, el de la digitalización y el de la virtualización.
¿Sería posible esta forma de trabajo híbrido sin la digitalización? A decir verdad, sí. En lugar de mensajeros con pizzas, milanesas u otras compras realizadas online, veríamos miles de motos transportando expedientes; las tareas no se podrían hacer de manera simultánea sino que tendrían que ser secuenciales… el costo y los tiempos de cada proceso serían engorrosos y muy anti-económicos. Entonces, la digitalización -con el plus de la virtualización-, constituye un imperativo de la época.
La consultora IDC propone pensar en términos de "empresas ágiles" para lo cual existen una serie de prioridades tecnológicas. Según un estudio realizado hace pocos meses, "estar conectados" en pos de responder a las condiciones actuales de desarrollo de los negocios, tiene que ver, fundamentalmente, con la posibilidad de interactuar digitalmente desde cualquier lugar: la oficina, el hogar, un auto, un bar, un espacio de co-working o, incluso, ¡la playa!. Otra cuestión esencial tiene que ver con asegurar flujos continuos de datos, sin pérdidas ni demoras, lo cual lleva a integrar e interconectar todos los sistemas y bases de datos, eliminando las "islas" de información.
Más allá de estas prioridades, las cinco tendencias que surgen para este mundo híbrido, son:
- Resiliencia en la conectividad Wi-Fi 6 y, cuando las empresas de telefonía celular lo desplieguen, la tecnología 5G.
- "Securitización" de redes y accesos (a esas redes y a los sistemas), muy vinculado a la virtualización.
- Uso de múltiples plataformas cloud (multi-cloud), que aporta una flexibilidad que necesitan los negocios en la actualidad.
- Redes como servicio (network as a service, naas), una prioridad para el 61% de las compañías más grandes que marca tendencia para todas.
- Implementación de procesos que aseguren la continuidad de negocios y la resiliencia operacional, optimizando la conectividad entre empleados, sistemas y procesos.
¿Qué virtualizamos?
Este mundo se conforma con servidores virtualizados sobre equipamiento propio o contratándolos como servicio, los escritorios de los usuarios (virtual desktop), y también, se usan cada día más las redes privadas virtuales (VPN) para conectar con los sistemas de la compañía desde donde sea que se esté trabajando. Esta tecnología es parte de una estrategia de mayor agilidad, mayor productividad y, además, de mayor seguridad… siempre y cuando en la configuración de los "entornos virtuales" y las prácticas de uso se tengan en cuenta las premisas que tienen que ver con la higiene de seguridad.
Por cierto, la tendencia al metaverso, que muy poco a poco va ganando terreno, tendrá mucho que ver con esto de la virtualización. Tener la visión de ir preparando a la organización para las futuras formas de hacer negocios, también orienta las inversiones y las tareas del corto y mediano plazo.